Y aquí está otra vez… Septiembre. Vuelven los suspiros de siempre. Las miradas perdidas, los mismos pensamientos de cada otoño, las añoranzas… y con cada suspiro se va un pedacito de todo; de la felicidad, esa felicidad que tal vez solo conocemos en verano; de los momentos pasados; de todos los amigos que es probable no vuelvas a ver… Y ahora solo quieres agradecer, decirle a todos que GRACIAS, que nunca volverás a vivir algo como lo que has vivido estos dos meses, y en este caso es verdad… no puedo contar con los dedos todos los momentos que me han dejado sin respiración, todas las sorpresas, las alegrías y esas situaciones no tan alegres que también tienen su hueco en el recuerdo… [valoramos la luz porque hemos conocido la oscuridad…]… hoy necesitaría un libro para poder recordarlo todo. Y seguir agradeciendo; volver a vivir cada minuto, volver a limpiar oyendo sus voces, dar un salto y aterrizar sobre el agua de una piscina, levantarte de la cama con el sol en lo alto del cielo… ...
DONG. -La primera va por… -No, espera, son los cuartos… […] -Ahora sí. DONG. -La primera, por supuesto, va por ti, por todo el año que hemos pasado entre miradas y suspiros, por todo lo que no hemos hecho y por las escasas palabras que hemos compartido. DONG. La segunda, para vosotros dos, por los momentos que sí hemos pasado, los que nos quedan por pasar y por Ditto. DONG. Tres, por todos los demás pedacitos que vienen y van, unas veces todo y de pronto desaparecen, por aquellas amistades intermitentes y las que no lo son tanto. DONG. Cuarta, por los momentos buenos que vienen conmigo desde el primer día subido en un barco hasta el último, subido a la luna contigo, y pasando por todo, todo, todo, y hasta lo más insignificante que haya pasado por aquí. DONG. Por Granadilla y todo lo que ello conlleva, por una de las pocas cosas gratis que se nos ofrecen; por todos los que pasasteis por allí y especialmente por los que pasasteis conmigo. DONG. En medio, como los miércoles. Por tod...
Solo me gustaría decirte que no te quiero, y que nunca lo he hecho. Que cuando me preguntan por ti solo siento repulsión, y que mis labios son incapaces de pronunciar una sola palabra de afecto por ti. Que el mejor momento de mi vida fue aquél en el que te vi saliendo de mí, de mi mundo. Decirte que mientras miraba tus ojos solo era capaz de ver dentro de ti tu estúpida forma de ser, tus caprichos de niña y tu incapacidad para hacerme feliz. Que siempre me dio asco notarte encima de mí, y que si alguna vez te llamé para preguntar “qué tal?” sólo lo hacía con la esperanza de que me contestaras “horrible, quiero morir”. Y que todo era mentira; que nunca sentí los abrazos que me diste, ni saboreé un beso… porque cuando te decía “ahora no” quería decir “nunca”. Y nunca una palabra tuya produjo en mí más que asco, odio; y es que con cada sonido que emitías no hacías más que alimentar todos esos sentimientos. No quiero recibir una noticia tuya jamás. Espero que todo en tu vida sean caída...
Comentarios
Publicar un comentario