Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2010

Todo, juntos...

Déjame soñar, deja que crea que todo ha cambiado. Déjame pensar que en cada ojo tienes mil estrellas escondidas, que puedo cogerte de la mano y volar contigo a nunca jamás. Olvida todo lo que sabes, créeme solo a mí. Cogeré una escalera y te ataré la luna a la muñeca. La acercaremos tanto que el mar se levantará ante nuestros ojos y pasearemos por el fondo de los océanos. Solo creyendo en ello, pintaremos juntos el sonido del amor y luego cantaremos su melodía. Te regalaré un ramo de sonrisas; uno grande, con todas las que ha habido en la historia, para que cojas una cada vez que lo necesites. Juntos colgaremos al sol nuestros problemas, y acabaremos con el odio y la envidia solo regalando paquetitos llenos de felicidad a todo el mundo… Porque hoy quiero soñar, quiero salir al cielo por la trampilla de los autobuses y dormir en las nubes, y quiero hacerlo contigo! :)

Magia... Tu magia...

Y en vez de estar aquí, estar allí contigo. Y abrazarte hasta fundirnos. Y beberme hasta la última gota de ti… Morirnos de calor juntos. Morir de amor mirándonos a los ojos. Y respirar sabiendo que respiro tu aire. Suspirar sobre tu pelo, viviendo un momento mágico, pensando que nada lo interrumpirá. Y decir lo que no debo, hablar sobre tu vida, o mirar al infinito en silencio, notándote a mi lado. Caminar sobre las nubes, y dibujar corazones en el aire, con tu mano tirando de la mía. Y dejar de sentirme vacío por estar lejos de ti, porque estoy solo en esta habitación, pero te siento tras cada rincón; porque no hay nadie más en esta tercera planta, pero necesito que vuelvas ya! :)

Pensando en el coche...

Ella solo buscaba cariño, compañía, alguien a quien abrazar sin hablar, o con quien compartir una sonrisa. Y por eso lo buscaba a él. Llamadas cubriendo su soledad, invitaciones a un paeo, un día juntos... pero él nunca podía. Le hacía regalos, la besaba apasionadamente, pero se iba, siempre se iba; solo la acompañaba al cine o a la cama, pero luego acababa partiendo, sin darse cuenta de que a veces es mucho mejor un rato compartido en silencio, mirando al horizonte; que hay veces que el placer tan solo es sentir a alguien respirar a tu lado :)

Quiero...

Sí, quiero zumo piña; quiero un bollo de paté, o de jamón cocido; quiero ponerme las cholas e irme a la piscina con vosotros, con todos vosotros; quiero, PUES, oír la campana para ir a comer, a trabajar, o a divertirme; quiero ir a la casa de las almejas a poner algo a cargar o simplemente a dar por culo un poco; quiero oír a Cristian con la puta guitarrita en el otro ala de la casa durante todo el día; quiero volver con todos vosotros, personas que, puedo decir sin miedo a equivocarme, son diferentes a todo lo que conozco. Tal vez hay alguien cerca que se asemeje a vosotros, pero jamás habría pensado que pudiera conocer a nada menos que 74 personas como los que me habéis acompañado estos días tras la muralla. Quiero oíros cantar, quiero oír el “SILEEEEEEENCIO” de Dani y ver a Isa ponerse el auricular izquierdo en la derecha… Y por último, quiero que las lágrimas, en poco tiempo, se conviertan en miradas perdidas con una sonrisa en la cara, recordando todo lo que pasamos juntos. :)

Granadilla :)

-Hola, me llamo David, que vengo solo y tengo que ir conociendo a gente. Así empezaba la mejor aventura de mi vida, y estaba equivocado, no estaba solo. Más de 70 personas entrábamos a la vez en las murallas de Granadilla. Todos solos, y todos acompañados como nunca en nuestra vida. Un pueblo en ruinas, en medio de la nada, y veníamos a trabajar… Lo que no sabíamos es que este pueblo no está abandonado ni mucho menos. Aquí vive un trozo de cada una de las 2000 personas que cada año llegan juntos a este maravilloso lugar, así como vivirá, cuando lo dejemos, una parte de nosotros. Un lugar lleno de esa magia, escondida tras cada esquina, que hemos aprendido a ver a lo largo de estos 12 días. Cada uno la ve a su manera, y todos somos a la vez parte importante de ella Llegamos por fin, el autobús para. Parece un lugar en el que el tiempo no pasa, o al menos, lo hace de una forma distinta. Recuerdo la primera noche, 75 desconocidos tratando de dormir juntos. 75 personas con un coraz