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Mostrando entradas de septiembre, 2010

Y sigo viviendo en una "Canción desesperada"...

“Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy”…, sentado tras el paisaje más colorido que puedas imaginar. Está lloviendo y cualquiera me diría que es un paisaje gris y oscuro… pero ellos no te tienen a ti, no lo sienten como nosotros. Hoy hace un mes que no te veo, y ahora te veo hablarme y no te escucho, pero siento la tristeza en tus labios; veo que se marchita una rosa de mi jardín con cada sonido que espiras. Todo empezó contigo, y por qué no puede acabar así? Sigues hablando y no quiero oírte, aunque tampoco puedo; me gustaría más que eso, me gustaría que floreciera el mundo con tus palabras de afecto, y que esto no tuviera que acabar nunca, que con cada mirada cargada de ilusión encendiéramos una luz en un corazón ajeno… Pero hoy no es así, y quién sabe si volverán tiempos mejores; ahora mi mundo se apaga un poco más cada segundo… tú sigues hablando y yo sigo sentado en un desierto infinito lleno de rastrojos… “Más allá del dolor, más allá de todo. Es la hora de partir, abandona

Diversidad...

Y la verdad… es que sí, es que todo lo que has estado esperando se te empieza a echar encima. Pero es verdad también que yo, sinceramente, tengo ganas ya de respirar ese aire especial, el aire que trae consigo el otoño; las hojas cayéndose de los árboles y los niños cayéndose de los pupitres; ese aire que se respira el primer día de clase, cargado de nervios, de presentimientos sobre un buen curso, de ganas de encontrar a aquellos que serán parte de ti los próximos nueve meses, así como a aquellos que lo fueron anteriormente… Quiero respirarlo, inspirar tan fuerte que se quede dentro de mí una parte de ese aire lleno de fuerza e ilusiones, para evitar caer en la rutina de pensar siempre lo mismo los mismos días… y seguir buscando todos los nuevos detalles, los nuevos motivos para levantarme cada mañana, y sobre todo, las nuevas sonrisas, por alegrías diferentes cada momento. Quiero, de hecho, lo estoy deseando, saber con quién voy a compartirlo todo este curso, volver a las guerras

Vienes y vas... Pero ya te fuiste...

Quiero tocarte, alzo mis brazos al cielo para ver si puedo aunque sea acariciar una estrella… pero están lejos, tanto como tú… Miro al teléfono que no suena; últimamente nunca suenas en él y esa soledad me está matando. Te veo mirarme, siento tus ojos sobre los míos… pero no eres tú la que mira, y mi mundo se oscurece por momentos. Quiero, necesito volver a como era antes; y abrir los ojos cada mañana sabiéndote a mi lado, dejar de lanzar besos al aire para plantarlos directamente sobre ti, y parar de escribir esas dos palabras sobre un teclado para poder decirte directamente que te quiero , y que dejaré de respirar en cuanto tú dejes de hacerlo por mí. Y ahora te miro, veo tus ojos, siento tu calor sobre mí, y no dejo de mirarte… estamos juntos de nuevo… Y te toco, pero ésta no eres tú, abro los ojos, despierto de mi letargo, y comprendo que no hago más que tocar un cuerpo que no es el tuyo, que en esta casa lo único que queda de ti es tu recuerdo… y no puedo parar de verte en est

It keeps coming back...

Y aquí está otra vez… Septiembre. Vuelven los suspiros de siempre. Las miradas perdidas, los mismos pensamientos de cada otoño, las añoranzas… y con cada suspiro se va un pedacito de todo; de la felicidad, esa felicidad que tal vez solo conocemos en verano; de los momentos pasados; de todos los amigos que es probable no vuelvas a ver… Y ahora solo quieres agradecer, decirle a todos que GRACIAS, que nunca volverás a vivir algo como lo que has vivido estos dos meses, y en este caso es verdad… no puedo contar con los dedos todos los momentos que me han dejado sin respiración, todas las sorpresas, las alegrías y esas situaciones no tan alegres que también tienen su hueco en el recuerdo… [valoramos la luz porque hemos conocido la oscuridad…]… hoy necesitaría un libro para poder recordarlo todo. Y seguir agradeciendo; volver a vivir cada minuto, volver a limpiar oyendo sus voces, dar un salto y aterrizar sobre el agua de una piscina, levantarte de la cama con el sol en lo alto del cielo…

París somos nosotros...

Y por fin ver París juntos, sin soltar tu mano jamás. Un beso bajo la Torre Eiffel, en la ciudad del amor, rodeados de ojos que nos miran, pero no importa, solo existimos tú, yo, y esta magia que circula entre nosotros… Magia que hace que me despierte cada mañana sonriendo, que consigue que viva por y para ti, y que lo haga sin querer desperdiciar ni un solo minuto, un solo segundo sin tu presencia. Porque no quiero lanzar siquiera una mirada al segundo lugar más bonito del mundo si no la comparto contigo; no quiero andar por un sendero si tú no guías mis pasos… Porque eres la única persona capaz de hacer que mi corazón lata más deprisa simplemente con oírte respirar… No sé si algún día serás capaz de imaginarte cómo me haces sentir, pero debes al menos hacerte una idea, y es que desde que te vi, perdí la capacidad de valorar todo lo demás; porque nada se acerca ni a la mitad de tu belleza, ni a una décima parte de la felicidad que eres capaz de transmitirme… *Si te lo preguntas,