Mirada eterna
Sentado aquí no soy capaz de más que buscar incansable tus ojos azules. ¿Dónde has ido? Las montañas, majestuosas, me tapan con su nieve todo el calor que tú me dabas y yo, desde aquí arriba, miro al otro lado por si te has escondido allí. ¿Por qué te has ido? Nos acabamos de conocer, aquí sentados en la plaza de nuestra vida, la misma de aquel primer día en el que apareciste iluminando como el sol, ahuyentando a todos mis fantasmas, dándole color a todas las sombras de mi cabeza.
Conocerte, enamorarme de ti cada mañana al ver tu sonrisa, aprenderme tus curvas cada vez que te vuelva a tocar.
Aquí estamos, juntos otra vez. Tus ojos ahora grises reflejan los años que nos hemos mirado, aunque ahora no estés, y yo siga mirando las nubes reflejadas en este río que se lleva mis recuerdos como cada tarde, para que cada mañana vuelva a buscarte otra vez. A buscar tu mirada azul, tus ojos grises que ya no están.
Comentarios
Publicar un comentario