Las Luces de la Alhambra

No quiero escribirte, no quiero contarte lo mucho que te quiero, o las ganas que tengo de tirarme abrazado a ti a ver las estrellas…

Pero tampoco puedo dejar de hacerlo. Quiero decírtelo, quiero gritar a toda voz tu nombre, que te enteres de lo que ya sabes, y repetírtelo mil veces más… y luego otras mil… quiero darte la mano y ver Granada, ver las luces de la Alhambra reflejadas en tus ojos mientras no dejo de mirarte, los sonidos mezclados con tu respiración… Oler todas las flores del camino y no ser capaz de olerte más que a ti, andar abrazando a cada farola, abrazándote a ti…

Y que no se me ocurre nada mejor que pasar mis horas contigo, mil horas contigo, que contar los segundos entre los que te digo lo que siento, que te quiero, y que no hay nada más, que eres tú, y que tú eres lo único que veo tras cada esquina… Que quiero sentarme en un banco contigo, ver la vida pasar en tus ojos en silencio… como si no existiese nada más, como si sólo estuviéramos tú y yo…

Buscar un final para la historia, que nos preguntemos por qué en los cuentos siempre acaban comiendo perdices pero nunca te explican lo que viene después, y que acabemos comiendo perdices nosotros también… Seguir siendo los mismos cuando “la misma noche” haga “blanquear los mismos árboles”; no escribir ni un solo verso triste; que por muy estrellada que sea la noche, las estrellas siempre sigan brillando en nuestros ojos fijos…

Y que mis ojos siempre estén fijos en ti…
:)

Comentarios

Entradas populares de este blog

It keeps coming back...

Qué nos vas a traer, 2011..?

Vamos a contar mentiras tralará...